Mucho se habla de que en México no se lee. Que a los mexicanos no nos gusta leer. Es más, que no nos interesa. No importa cuántas campañas de promoción a la lectura se hagan. Tampoco importa que dentro de los programas de las escuelas de educación básica “obliguen” a los niños a leer. Parece, también, que en nada contribuyen las ferias de libros o los remates. El mexicano no está acostumbrado a concebir al libro como acompañante de su vida cotidiana. El aprecio por las palabras se está perdiendo, si es que alguna vez lo tuvimos.
¿Cómo podemos sustentar tales afirmaciones? De acuerdo a estadísticas del 30 de abril de 2014, derivadas de una encuesta nacional llevada a cabo por el Fomento de la Lectura, AC, al 65 % de los mexicanos de entre 12 y 66 años no le gusta leer. En esta encuesta, el 69 % manifestó que en un mes no gasta nada en la compra de libros, en tanto que el 13 % destina entre 50 y 250 pesos. El resultado de esto es que los mexicanos leen 2.94 libros al año. De ser así, podríamos pensar que ese 69 % no lee nada. (Maristain, 2015)
En el panorama mundial, no estamos mejor. En la lista del índice de lectura por país, México se ubica en el puesto 24 según una lista publicada por Forbes en 2013, misma que encabeza la India, seguida por Tailandia, China, Filipinas y Egipto, en ese orden. (Ibídem)
Pero las encuestas no reflejan cantidades reales de lectura. Simplemente la desigualdad de la población en México es enorme; así como el acceso a librerías en todos los municipios del país. Dentro de una misma región, en una zona urbana, puede existir quien lea más de 10 libros al año y en otra zona diferente, otra persona que no lea ninguno.
Por otra parte, recientemente la perspectiva parece estar cambiando, pero ¿de qué forma? El editor, escritor y crítico Sergio Huidobro (Rincón, 2015) opina:
Sí veo una ola creciente de lectores. También veo una diversidad creciente en ese tipo de lectores que ya no se reduce al universitario o al estudiante, ya hay otros públicos. Sin embargo, lo que me preocupa son las razones que motivan esa ola creciente, porque veo que mucha de esa nueva ola de lectura está impulsada por las publicaciones que están dictadas por el mercado, las listas de popularidad, ‘los más vendidos’, las adaptaciones del cine. Eso es lo que me sorprende, más que el aumento numérico de los lectores.
Es aquí donde encontramos el surgimiento de un fenómeno relacionado con esos nuevos lectores: los booktubers.
Se ha dado en llamar booktubers (por su vocablo en inglés) a jóvenes entre 15 y 25 años que utilizan YouTube para subir video-reseñas de los libros que leen para promover la lectura desde la red. Estos nuevos “críticos literarios” surgieron hace unos cinco años en Reino Unido (para extenderse después por toda Europa) hasta que en 2012 una chica llamada Fátima Orozco originaria de Monterrey, Nuevo León, comenzó a hacerlo en México, siendo el primer país latinoamericano en copiar esta práctica (Navarro, 2014) . Su canal en YouTube “las palabras de fa” tiene ya más de 107 mil 189 suscriptores y sus videos alcanzan 216 mil 405 visitas.
Mariana González y Raiza Revelles, también de Monterrey, con 25 años cada una; Alberto Villareal de 20 y Antonio Miranda conocido como Tonny Beth de 25 son otros jóvenes que han encontrado en esta práctica un punto de encuentro con la lectura. Actualmente, en México, ya podemos hablar de una comunidad de booktubers (alrededor de 60) que a decir de ellos mismos son muy unidos y se mantienen en contacto. (Aguilar, 2014)
El común denominador de los videos de estos chicos es estar frente a una cámara teniendo detrás un librero lleno, o una pared de recortes y fotografías con portadas de libros, hablar de manera informal y desenfadada acerca de la trama de un libro que agitan frente a la pantalla. En ocasiones, cuando el libro que comentan está ligado a una película o una serie de televisión, también dan su opinión al respecto.
Sobre este punto, no es de extrañar, ligado a lo que opina Sergio Huidobro (op. cit. 2015), que entre sus libros favoritos estén las sagas anglosajonas de gran éxito como Divergente de Verónica Roth, Crepúsculo de Stephenie Meyer o Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins. Por lo que resulta grato encontrar refrescantes excepciones como La Noche que Frankenstein Leyó el Quijote de Santiago Posteguillo, reseñado por Fátima Orozco.
Como era de esperar en torno a este fenómeno, van surgiendo nuevas aristas para ver la lectura en México, pues mientras hay opiniones de diversos editores, escritores y divulgadores literarios como Juan Domingo Arguelles (Navarro, 2014) con respecto a que:
Mientras la crítica académica, periodística o especializada en literatura pierde influencia entre las personas que gustan de leer sobre todo en los jóvenes lectores, los booktubers se han convertido en una especie de mediadores literarios.
También se les van creando espacios a estos jóvenes dentro de las ferias o los encuentros de libreros y editoriales, como fue en la reciente edición de la Feria del Libro de Minería, o la celebración de los 80 años del Fondo de Cultura Económica (FCE) y como parte del Festival del Libro Latinoamericano, el Fondo creó el Booktuber Fest 2014, cuya finalidad fue abrir un foro con mesas redondas, talleres y hasta un concurso de reseñas literarias por YouTube. Los libros a reseñar en este concurso fueron de la colección “A la orilla del viento” del FCE y estuvo dirigido a jóvenes de secundaria. (Ambrosio, 2014)
El interés de las editoriales por este fenómeno, a través del cual de manera fácil y económica pueden acceder a un sector de la población que pasa la mayor parte de su tiempo en internet, y que siente mayor afinidad por las palabras de un par (un chico en un video) que por el mejor y más experimentado crítico literario; no podía esperar.
Miriam Vidriales, directora de Comunicación y Marketing de Grupo Planeta (Aguilar, 2014) opina que:
Muchos actores de la industria están presionando fuertemente mediante el envío de regalos, el pago de menciones y la vinculación de marcas de patrocinadores exclusivos como manera de influenciar la selección de los booktubers sobre las novedades que reseñan.
Entre las editoriales más interesadas en promover sus títulos por este medio están el Fondo de Cultura Económica, Penguin Random House, Alfaguara y Editorial Planeta entre otros. Estas mismas editoriales, proporcionan a los booktubers una selección de títulos de sus catálogos para que los comenten. Monitorean los contenidos de los videos en la red y también los comentarios de los seguidores para saber el grado de aceptación y el interés que generan. Aunque a decir de las editoriales y los reseñistas, estos últimos deciden, finalmente, qué leer.
Quizá lo más rescatable de este fenómeno, sea el acercamiento a la lectura de todos esos adolescentes y jóvenes. Estos espacios resultan también un punto de encuentro, donde pueden interactuar y expresar sus opiniones de un tema en particular. Y tal vez leyendo, muchos de ellos logren encontrar el enriquecimiento del lenguaje, que tanta falta le hace a los comentarios en la red.
Nadie inicia leyendo el Quijote, y si lo hace, sin duda terminará odiando los libros. Lo importante debería ser leer por placer y formarse un hábito para, en un plazo mayor, evolucionar hasta convertirse en un lector más profundo y maduro alejado de las estadísticas que tanto parecen escocer.
Aguilar, Y. (2014, septiembre 15). BookTubers, el nuevo negocio de las editoriales. El Universal. Secc. Cultura. Recuperado de http://www.eluniversal.com.mx/cultura/2014/impreso/booktubers--75141.html
Ambrosio, G. (2014, septiembre 15). Booktubers, los nuevos promotores de la lectura. Milenio Digital. Recuperado de http://www.milenio.com/cultura/booktubers-booktuber_fest-FCE-Feria_del_Libro_Latinoamericano_0_365963724.html
Flores, R. (2015, abril 21). ¿Por qué no leemos? Ni el gobierno sabe; no hay estudios. Sin embargo. Recuperado de http://www.sinembargo.mx/21-04-2015/1319128
Maristain, M. (2015, abril 23). El mexicano lee más de lo que dicen encuestas: escritores y poetas. Sin embargo Recuperado de http://www.sinembargo.mx/23-04-2015/1319717
Navarro, M. F. (2014, octubre 10) Conoce a los booktubers, los nuevos críticos literarios. Excélsior, Secc. Expresiones. Recuperado de http://www.excelsior.com.mx/expresiones/2014/10/01/950074
Rincón, S. (2015, abril 24). México vive ola creciente de lectores, afirman escritores, y piden revisar estadísticas. Sin embargo. Recuperado de http://www.sinembargo.mx/24-04-2015/1323004
Salazar, J. J. (2014). .Leer o no leer. Libros, lectores y lectura en México. 2da. Edición. México: Amaquemecan.